El hidalgo caballero tiene más de cincuenta años, es delgado y alto, tiene la barbilla exageradamente pronunciada, los bigotes en puntas y la nariz aguileña.
Era la misma tersura de superficie, la misma tendencia casi imperceptible a lo aguileño, las mismas aletas curvadas con armonía que revelaban un espíritu libre.
Pómulos algo salientes, cabeza en extremo desarrollada, su nariz aguileña era muy pronunciada, carecía de bigote pero tenía fuerte patilla corrida sobre la mejilla.