De aquí se dirige oblicuamente hacia delante, siguiendo el ángulo diedro que forman, por su reunión, la parte superior y la pared interna de la órbita.
Ambas láminas permanecen unidas por su borde anterior en más de la mitad de su altura, constituyendo un ángulo diedro abierto hacia atrás, conocido con el nombre de fosa pterigoidea.
Establece que, en una misma especie mineral, los ángulos diedros formados entre las caras son iguales, aunque dichas caras puedan variar en cuanto a su forma y tamaño.
Los muros en un comienzo son verticales y luego se va desplomando; con muchos quiebres, aristas, diedros y ángulos que permiten diseñar movimientos de equilibrio y de mucha lectura.